martes, 5 de enero de 2016

The Anglo-American Establishment

Por Carrol Quigley


http://www.mov-condor.com.ar/libros/carrolquigley/establishment/angloamerican-cap6.htm

Capítulo 6 — The Times.



Más allá del campo académico, el Grupo Milner se comprometió en actividades periodísticas que buscaron influir en la opinión pública en las direcciones que el Grupo deseaba. Uno de los ejemplos más tempranos de esto, y una de las pocas ocasiones en las que el Grupo aparecía como grupo al ojo público, fue en 1905, año en el que Milner volvió de Africa. En ese momento el Grupo publicó un volumen, “The Empire and the Century” consistiendo en cincuenta artículos en varios aspectos del problema imperial. La mayoría de estos artículos fue escrita por miembros del Grupo Milner, a pesar del hecho que muchos de los miembros más importantes todavía estaban en Africa con Lord Selborne. El volumen se editó bajo la editorial general de Charles S. Goldman, un amigo de John Buchan y autor de “With General French and the Cavalry in South Africa”. Entre aquéllos que escribieron artículos estuvieron W. F. Monypenny, Bernard Holland, John Buchan, Henry Birchenough, R. B. Haldane, Obispo Lang, L. S. Amery, Evelyn Cecil, George Parkin, Edmund Garrett, Geoffrey Dawson, E. B. Sargant (uno del Jardín de Infantes), Lionel Phillips, Valentine Chirol, and Sir Frederick y Lady Lugard.

Este volumen tiene muchos artículos significantes, varios de los cuales ya se han mencionado. Este fue seguido por un volumen de continuación, llamado “The Empire and the Future”, en 1916. El último consistió en una serie de conferencias entregadas en King College, Universidad de Londres, en 1915, bajo el patrocinio del Instituto Colonial Real. Las conferencias fueron dadas por miembros del Grupo Milner que incluyeron a A. L. Smith, H. A. L. Fisher, Philip Kerr, y George R. Parkin.[1] Un serie algo similar de conferencias se dio sobre los Dominios Británicos en la Universidad de Birmingham en 1910-1911 por tales hombres como Alfred Lyttelton, Henry Birchenough, y William Hely-Hutchinson. Estas fueron publicadas por Sir William Ashley en un volumen llamado “The British Dominions”.

Estos esfuerzos, sin embargo, fueron demasiado débiles, demasiado públicos, y no alcanzaron a las personas apropiadas. Por consiguiente, los esfuerzos reales del Grupo Milner se dirigieron hacia actividades más fructíferas y anónimas como “The Times” y “The Round Table”.

El Grupo Milner no poseyó The Times antes de 1922, pero claramente lo controló por lo menos tanto como desde 1912. Incluso antes de esta última fecha, los miembros del círculo cercano del Grupo Milner estaban pululando sobre el gran periódico. De hecho, parecería que The Times había sido controlado por el Bloque Cecil desde 1884 y tomado por el Grupo Milner de la misma manera en que All Souls fue tomada, calladamente y sin forcejeo. La partera de este proceso al parecer fue George E. Buckle (1854-1935), graduado de New Collage en 1876, miembro de All Souls desde 1877, y editor de The Times desde 1884 a 1912.[2] Los miembros principales del Grupo Milner que estaban asociados a The Times ya se han mencionado. Amery estuvo conectado con el periódico desde 1899 a 1909. Durante este periodo él editó y largamente escribió “Times History of the South African War”. A Lord Esher se le ofreció una dirigencia en 1908. Grigg fue escritor en 1903-1905, y cabeza del Departamento Imperial en 1908-1913. B. K. Long fue cabeza del Departamento de Dominio en 1913-1921 y del Departamento Extranjero en 1920-1921. Monypenny fue editor auxiliar antes y después de la Guerra Boer (1894-1899, 1903-1908) y en la mesa de directores después que el periódico fue incorporado (1908-1912). Dawson era el corresponsal jefe del periódico Southafrica en el periodo de Selborne (1905-1910), mientras Basil Williams fue el reportero cubriendo la Convención Nacional allí (1908-1909). Cuando se puso claro en 1911 que Buckle debía retirarse pronto, Dawson fue traído a la oficina en una capacidad bastante vaga y, un año después, se hizo editor.

El nombramiento fue sugerido y urgido por Buckle.[3] Dawson mantuvo la posición desde 1912 a 1941, excepto por tres años 1919-1922. Este intervalo es de alguna importancia, porque reveló al Grupo Milner que ellos no podrían continuar controlando The Times sin la propiedad de este. El Bloque Cecil había controlado The Times desde 1884 a 1912 sin la propiedad, y el Grupo Milner había hecho lo mismo en el período 1912-1919, pero, en este último año, Dawson reñía con Lord Northcliffe (quién era propietario principal de 1908-1922) y dejó la silla de editor. Tan pronto como el Grupo Milner, a través de los Astors, adquirió la propiedad principal del periódico en 1922, Dawson fue restaurado a su puesto y lo mantuvo durante los próximos veinte años.

Indudablemente el golpe hábil que adquirió la propiedad de The Times de la propiedad de Harmsworth en 1922 fue diseñado por Brand. Durante el intervalo de tres años durante el cual Dawson no fue editor, Northcliffe confió la posición a uno de los corresponsales extranjeros más famosos de The Times, H. W. Steed. Dawson fue sucedido como editor en 1944 por R. M. Barrington-Ward, cuyo hermano era miembro de All Souls y yerno de A. L. Smith. Laurence Rushbrook Williams, que operó en muchas capacidades en asuntos indios después de su membresía en All Souls (1914-1921), también se unió a la redacción en 1944. Douglas Jay, que se graduó de New Collage en 1930 y era miembro de All Souls en 1930-1937, estaba en el personal de The Times en 1929-1933 y del Economist en 1933-1937. El se volvió un Labour M.P. en 1946, después de haber realizado la hazaña inaudita de ir directamente desde All Souls al escritorio de la ciudad del Daily Herald del Partido Labour (1937-1941).

Otra figura interesante en el personal de The Times en el más reciente periodo fue Charles R. S. Harris, que fue Miembro de All Souls durante quince años (1921-1936), después de graduarse en Corpus Christi. El fue escritor líder de The Times por diez años (1925-1935) y, durante parte del mismo periodo, estaba entre el personal de The Economist (1932-1935) y editor del “The Nineteenth Century and Alter” (1930-1935). El dejó las tres posiciones en 1935 para ir por cuatro años a Argentina para ser gerente general de las Grandes Vías Ferreas del Sur y Oeste de Buenos Aires.

Durante la Segunda Guerra Mundial él se unió al Ministerio de Guerra Económica durante un año, al Foreign Office durante dos años, y al Departamento de Finanzas de la Oficina de Guerra durante un año (1942-1943). Entonces él fue comisionado teniente coronel con el gobierno militar en Sicilia ocupada, y terminó la guerra como miembro de la Comisión de Control Aliada en Italia. Los trabajos escritos de Harris cubren un rango de asuntos que se considerarían en cualquier parte como extremos fuera del Grupo Milner. Una autoridad reconocida en Duns Scotus, él escribió dos volúmenes sobre este filósofo así como el capítulo en "Filosofía" en “El Legado de la Edad Media”, pero en 1935 él escribió “La Deuda Extranjera de Alemania” para el Royal Institute of International Affaires (RIIA).

La versatilidad literaria de Harris, así como del gran número de miembros de All Souls que flotaron sobre el personal en The Times, indiscutiblemente puede ser explicado por las actividades de Lord Brand. Brand no sólo trajo a estas personas desde All Souls a The Times, sino también trajo a Astor a The Times. Brand y Lord Astor estaban juntos en New College a la erupción de la Guerra Boer. Ellos se casaron con las hermanas, hijas de Chiswell Dabney Langhorne de Virginia. Brand fue al parecer el que trajo a Astor al Grupo Milner en 1917, aunque antes había habido un movimiento considerablemente en esta dirección. Astor fue un MP Conservador desde 1910 a 1919, dejando la Cámara Baja para tomar el asiento de su padre en la Cámara de los Lores. Su lugar en los Comunes  ha sio sostenido desde 1919 por su esposa, Nancy Astor (1919-1945), y por su hijo Michael Langhorne Astor (1945 -). En 1918 Astor se hizo secretario parlamentario de Lloyd George; después él mantuvo la misma posición con el Ministerio de Comida (1918-1919) y el Ministerio de Salud (1919-1921). El fue delegado Británico en la Asamblea de la Liga de Naciones en 1931, presidente del Comité de la Liga en Nutrición (1936-1937), y presidente del consejo del Royal Institute of International Affaires (RIIA) (desde 1935).

Con ayuda de varias personas, él escribió tres libros sobre problemas agrícolas: Land and Life (Tierra y Vida) (1932), The Planning of Agriculture (La Planificación de la Agricultura) (1933), y British Agriculture (Agricultura Británica) (1938). Ambos hijos se graduaron en New College, y los dos han sido Miembros del Parlamento, el más viejo en el periodo 1935-1945, y el más joven desde 1945. El más viejo fue secretario de Lord Lytton en la Comisión de Investigación de la Liga sobre el Episodio de Manchuria (1932) y fue secretario privado parlamentario de Sir Samuel Hoare cuando él era Primero Lord del Almirantazgo y Secretario Doméstico (1936-1939). La importancia principal de Lord Astor con respecto a The Times es que él y su hermano se volvieron propietarios principales en 1922 comprando los intereses de Harmsworth. Como resultado, el hermano, coronel John Jacob Astor, ha sido presidente del directorio de The Times Publishing Company desde 1922, y Brand fue director en el directorio durante muchos años antes de 1944. El coronel Astor, que se matriculó en New Collage en 1937, a la edad de cincuenta y uno, fue ayudante militar del Virrey de India (Lord Hardinge) en 1911-1914, fue Miembro del Parlamento de 1922 a 1945, y es director de dos bancos, Hambros y Barclay.

Esta conexión entre el Grupo Milner y The Times fue de gran importancia en el periodo después de 1945, sobre todo en el periodo antes de la crisis de Munich. Sin embargo, el centro principal de gravedad del Grupo Milner nunca estuvo en The Times. Es verdad que Lord Astor se volvió uno de las figuras más importantes en el Grupo Milner después de la muerte de Milner en 1925, pero el centro de gravedad del Grupo en su conjunto estaba en otra parte: antes de 1920, en el Round Table Grup; y después de 1920, en All Souls.

Lord Astor fue de gran importancia en el periodo más tarde, sobre todo después de 1930, pero de ninguna importancia en el periodo más temprano, indicación de su reciente relativamente temprana llegada en el Grupo.

The Times ha publicado recientemente los primeros tres volúmenes de una historia de cuatro volumenes de su propia historia. Aunque ninguna indicación se da acerca de la paternidad literaria de estos volúmenes, los reconocimientos muestran que los autores trabajaron estrechamente con All Souls y el Grupo Milner. Por ejemplo, Harold Temperley y Keith Feiling leyeron las pruebas de los primeros dos volúmenes, mientras E. L. Woodward leyó aquéllos del tercer volumen.

Mientras los miembros del Grupo Milner entraron así en The Times para controlarlo, relativamente pocas personas alguna vez entraron en el Grupo Milner desde The Times.Los únicos dos que prontamente vienen a mi mente son Sir Arthur Willert y Lasy Lugard.[4] Arthur Willert (Sir Arthur desde 1919) entró en Balliol en 1901 pero no obtuvo un grado hasta 1928. Desde 1906 a 1910 él estuvo en el personal de The Times en París, Berlín, y Washington, y fue entonces el principal corresponsal de The Times en Washington durante diez años (1910-1920). Durante este periodo él fue también secretario de la Misión de Guerra Británica en Washington (1917-1918) y representante de Washington del Ministerio de Información. Esto lo trajo a el a la atención del Grupo Milner, probablemente a través Brand, y en 1921 él se unió al Foreign Office como cabeza del Departamento de Noticias.

Durante los próximos quince años él fue un miembro de las delegaciones Británicas en la Conferencia de Washington de 1922, a la Conferencia Económica de Londres en 1924, a la Conferencia Naval de Londres de 1930, a la Conferencia del Desarme Mundial de 1932-1934, y a la Liga de Naciones en 1929-1934. El se retiró del Foreign Office en 1935, pero volvió a una vida activa durante la duración de la Segunda Guerra Mundial cabeza de la región del sur para el Ministerio de Información (1939-1945). En 1937, en cooperación con H. V. Hodson (entonces editor de The Round Table) y B. K. Long (del Jardín de infantes), él escribió un libro llamado “The Empire in the World”. El había escrito previamente “Aspects of British Foreign Policy” (aspectos de la Plítica Exterior Británica” (1928) y “The Frontiers of England” (Las Fronteras de Inglaterra) (1935).

La segunda persona que fue al Grupo Milner desde The Times fue Lady Lugard (la ex Flora Shaw), quién probablemente era miembro de la Sociedad Secreta de Rhodes en The Times y aparece como haber pasado desde The Times al Grupo Milner, cuando ella realmente estaba pasando de la sociedad al Grupo Milner. Ella y su marido son de gran importancia en la última organización, aunque ninguno fue miembro del círculo cercano.

Frederick Lugard (Sir Frederick después de 1901 y Lord Lugard después de 1928) era un oficial regular del ejército Británico que sirvió en Afganistán, Sudán, y Birmania en 1879-1887. En 1888 el lideró una expedición exitosa contra comerciantes de esclavos en Lake Nyasa, y fue seguidamente empleado por la British East African Company (Compañía Británica de Africa Oriental), la Royal Niger Company (Compañía Real de Níger), y British West Charterland (Charterland Oriental Británica) en expediciones principales en el interior de Africa (1889-1897). En 1897 fue nombrado por el gobierno de Salisbury para ser Comisionado de Su Majestad en la región interior de Nigeria y Lagos y comandante de la Fuerza de Frontera Africana Oriental, que él organizó. Seguidamente fue Alto Comisionado del Norte de Nigeria (1900-1906) y Gobernador de Hong Kong (1907-1912), así como Gobernador, y luego Gobernador General de Nigeria (1912-1919). El escribió Our East African Empire (Nuestro Imperio Africano Oriental) (1893) y The Dual Mandate in British Tropical Africa (El Mandato Dual en Africa Tropical Británica) (1922), y también numerosos artículos, incluyendo Africa in The Empire and the  Century (Africa Oriental en El Imperio y el siglo). El fue uno de los ayudantes principales de Lord Lothian y Lord Hailey en planificar el Estudio Africano en 1934 - 1937, era miembro Británico Permanente de la Comisión de Mandatos de la Liga de Naciones desde 1922 a 1936, fue una de las figuras más influyentes en el Royal Institute of International Affaires (RIIA), y generalmente se lo considera como el inventor del sistema Británico de “indirect rule” (gobierno indirecto) en áreas coloniales.

Flora Shaw, que se casó con Sir Frederick Lugard en 1902, cuando él tenía cuarenta y cuatro años y ella tenía cincuenta, fue hecha cabeza del Departamento Colonial de The Times en 1890, a sugerencia de Sir Robert George Wyndham Herbert, el Permanente Bajo Secretaria de la Oficina Colonial. Sir Robert, cuya abuela era una Wyndham y de quien el abuelo era Conde de Carnarvon, fue Miembro de All Souls desde 1854 a 1905. El fue así elegido el año siguiente a la elección de Lord Salisbury. El comenzó su carrera política como secretario privado de Gladstone y fue Permanente Sub Secretario durante veintiún años (1871-1892, 1900). Él fue seguidamente Agente General de Tasmania (1893-1896), Alto Alguacil de Londres, presidente de la Comisión de Tarifas, y consejero del Sultán de Johore, todos bajo los gobiernos de Salisbury-Balfour.

Cuando la Srta. Shaw fue recomendada a The Times como cabeza del Departamento Colonial, ella ya era amiga cercana de Moberly Bell, gerente de The Times, y era agente y amiga cercana de Stead y Cecil Rhodes. La historia de cómo ella vino a trabajar para The Times, como dicha en la historia oficial del periódico, es la inocencia en persona:

Bell quería alguién como cabeza del Departamento Colonial, así que él escribió a Sir Robert Herbert y le fue dado el nombre de Flora Shaw. Por consiguiente, Bell escribió "como un completo extraño" a Srta. Shaw y le solicito "como escritor inexperto para una columna de muestra". Ella escribió un artículo de muestra en finanzas egipcias, que contentó tan grandemente a Bell que se le dió a ella la posición de cabeza del Departamento Colonial. Esa es la historia como ella aparece en el volumen III de La Historia de The Times, publicada en 1947. Poco después aparecía la biografía de Flora Shaw, escrito por la hija de de Moberly Bell y basada en sus papeles privados. La historia que surge de este volumen es bastante diferente. Va un poco como sigue:

Flora Shaw, como la mayoría de los miembros de esa parte del Bloque Cecil que se convirtieron al Grupo Milner, era una discípula de John Ruskin y una trabajadora ardiente entre las masas deprimidas de los barrios bajos de Londres. A través de Ruskin, ella vino a escribir para W. T. Stead de  Pall Mall Gacete en 1886, y tres años después, a través de Stead, ella conoció a Cecil Rhodes. Entretanto, en 1888, ella fue a Egipto como corresponsal de la Pall Mall Gacete y allí se hizo amiga cercana de Moberly Bell, El corresponsal de The Times en ese país. Bell había sido empleado en esta capacidad en Egipto desde 1865 y se había hecho amigo cercano de Evelyn Baring (Lord Cromer), el agente Británico en Egipto. Él también se había vuelto un experto en finanzas egipcias y había publicado un panfleto sobre ese asunto en 1887. La amistad de Shaw con la familia de Bell era tan cercana que ella era prácticamente un miembro de esa, y los niños Bell la conocieron, entonces y después, como "Tía Flora".

En 1890, cuando Bell fue transferido a  “Printing House Square” como gerente de The Times, Baring intentó persuadir The Times para nombrar a la Srta. Shaw como corresponsal egipcio en el lugar de Bell. Esto no fue hecho. En cambio, la Srta. Shaw volvió a Londres y fue presentada por ella Buckle. Cuando Buckle le dijo a la Srta. Shaw que él quería una cabeza para el Departamento Colonial del periódico, ella le sugirió que lo consulte con Sir Robert Herbert. De ese punto en adelante, lo contado en La Historia de The Times es exacto. Pero está claro, a cualquiera que tiene la información simplemente mencionada, que la recomendación por Sir Robert Herbert, el artículo de prueba en finanzas egipciaa, y probablemente el propio artículo, había sido arreglado previamente entre Moberly Bell y "Tía Flora".

Ninguna de estas relaciones tempranas de la Srta. Shaw con Bell, Buckle, y Herbert se mencionan en La Historia de The Times, y al parecer ellos no serán encontrados en los archivos de Printing House Square. Ellos son, sin embargo, una indicación significativa de los métodos del Grupo Milner. No está claro cual era el propósito de este esquema detallado. La Srta. Moberly Bell cree al parecer que era para engañar a Buckle. Muy más probablemente es que era para engañar a los dueños principales de The Times, John Walter III y su hijo, Arthur F. Walter.

La Srta. Shaw, cuando ella vino a The Times, era una campeón abierto de Lord Salisbury y una partidaria activa de una vigorosa política imperial, sobre todo en Sudáfrica. Ella estaba en la confianza de la Oficina Colonial y de Rhodes a un grado que no puede exagerarse. Ella conoció a Rhodes, a recomendación de Stead, en 1889, en un momento cuando Stead era uno de los confidentes más cercanos de Rhodes. En 1892, la Srta. Shaw fue enviada a Sudáfrica por Moberly Bell, con instrucciones para preparar dos líneas de comunicación de esa área a ella. Una de éstas sería conocida a The Times y manejaría materias rutinarias; la segunda sólo sería conocida por ella y era para traer material confidencial a su dirección privada. Los gastos de ambas vias serían pagados por The Times, pero los gastos de la vía confidencial no aparecerían en los archivos en Printing House Square.[5]


Desde esta fecha en adelante, la Srta. Shaw estaba en comunicación secreta con Cecil Rhodes. Esta comunicación era tan cercana que ella fue informada por Rhodes del complot que llevó al Raid Jameson, meses antes que el Raid tuviera lugar. Ella fue notificada por Rhodes de la fecha aproximada en la que el raid ocurriría, dos semanas antes que ocurriera. Ella incluso sugirió en varias ocasiones que los planes se ejecuten más rápidamente, y en una ocasión sugirió una fecha específica para el evento.

En sus artículos de noticias, la Srta. Shaw abrazó la causa Británica en Transvaal, incluso a la magnitud de exagerar y falsificar sus privaciones bajo el gobierno Boer. [6] Fue The Times que publicó como un rasgo exclusivo la famosa (y fraudulenta) carta "mujeres y niños", datada el 20 de diciembre de 1895, que pretendió ser una apelación por ayuda de los perseguidos británicos en el Transvaal al Dr. Jameson esperando fuerzas, pero que realmente había sido preparada por el propio Dr. Jameson el 20 noviembre y había sido enviada a la Srta. Shaw un mes después. Esta carta fue publicada por The Times en cuanto las noticias del Jameson Raid fueron conocidas, como una justificación del acto. The Times continuó defendiendo y justificando al raid y a Jameson. Después que esto se volvió una política delicada, es decir, después que el raid falló y tenía que ser repudiado, The Times se salvó de la necesidad de dar marcha atrás por el "telegrama Kruger" enviado por el Kaiser Alemán para felicitar a los Boers en su supresión exitosa de los invasores. Este "telegrama Kruger" fue jugado por The Times con tal vigor que Jameson fue principalmente eclipsado y el incidente asumió las dimensiones de una crisis internacional. Como la Historia oficial de The Times lo pone, "The Times fue llevado tan lejos por la indignación de la interferencia ultrajante del Kaiser en los asuntos del Imperio Británico que pudo pasar por alto la criminalidad del acto de Jameson".

Un poco después, la misma cuenta dice, "el 7 de enero, se anunció la renuncia de Rhodes” como Primer Ministro, mientras el Editor encontró más conveniente consagrar su artículo principal al tema familiar de interferencia Alemana en lugar de a consecuencias del Raid.[7]

Todo esto estaba haciéndose por instrucciones directas de Rhodes, y con el conocimiento y aprobación de la dirección del The Times. De hecho, la Srta. Shaw fue el intermediario entre Rhodes, The Times, y la Oficina Colonial (Joseph Chamberlain). Hasta el fin de noviembre de 1895, sus instrucciones de Rhodes vinieron a ella a través de su agente en Londres, Dr. Rutherfoord Harris, pero, cuando el buen Dr. Harris y Alfred Beit volvieron a Sudáfrica para estar disponible para la excitación anticipada, el anterior le dio el código secreto de la British Southafrica Company y el cable a Srta. Shaw se dirige a TELEMONES LONDRES, para que pudieran enviarse comunicaciones de Rhodes a Srta. Shaw directamente. Dr. Harris ya había informado a Rhodes por un cable de 4 de Noviembre de 1895:

“Si usted puede llevar, por telégrafo, el curso de acción que usted quiere que The Times adopte ahora con respecto al Transvall Flora actuará de acuerdo”.

El 10 de Diciembre de 1895, la Srta. Shaw mando un cable a Rhodes:

"Puede usted informar cuando usted comenzará los planes, nosotros deseamos enviar a la más temprana oportunidad instrucciones representativas selladas a los Lond Times European Capitals; esto es muy importante usando sus influencias en su favor".

El uso de la palabra "nosotros" en este mensaje dispone una vez y por todas de la defensa de la Srta. Shaw, que todos sus actos se hicieron en su propia responsabilidad privada y no en su capacidad como cabeza del departamento The Times. En respuesta a esta demanda, Rhodes contestó el próximo día:

"Nosotros pensaremos aproximadamente el nuevo año."

Esta respuesta hizo dejo al gerente de The Times "muy deprimida," asi que el próximo día (12 diciembre) Srta. Shaw envió el siguiente cable a Rhodes:

"El retraso peligroso comprendido ahora completo pero dependerá muchísimo en la acción ante poderes Europeos dando tiempo para entrar en una protesta que como la situación Europea consideró seria podría paralizar al gobierno".

Cinco días después de esto vino otro cable que dijo en parte:

"Chamberlain es sensato en caso de interferencia de poderes Europeos pero tiene razón especial para creer en deseos que usted debe hacerlo inmediatamente".


A estos mensajes incriminantes podrían agregarse dos de varios cables de Rhodes a la Srta. Shaw. Uno del 30 de Diciembre de 1895, después que Rhodes supo que el Raid Jameson había empezado y después que la Srta. Shaw había sido informada por código secreto, declaró:

"Informe a Chamberlain que yo acabaré todo bien si él me apoya, pero él no debe enviar cables como él que envió al Alto Comisionado en Sudáfrica. Hoy la cosa difícil es, yo ganaré y Sudáfrica pertenecerá a Inglaterra”.

Y al día siguiente, cuando el resultado del Raid era dudoso debido al fracaso de los ingleses en el Transvaal para levantarse contra los Boers, resultando un fracaso del hecho que ellos no eran maltratados, como la Srta. Shaw a través de The Times, había estado diciendo al mundo por meses. Rhodes cableó:

"A menos que usted puede hacer que Chamberlain instruya al alto comisionado a proceder en seguida a Johannesburg, la posición entera está perdida. El alto comisionado recibiría recepción espléndida y todavía volvería la posición a ventaja de Inglaterra pero debe ser instruido inmediatamente por cable. Las instrucciones deben ser específicas dado que él es débil y no tomará responsabilidad".[8]

Cuando comprendemos que el levantamiento anticipado de los Ingleses en el Transvaal había sido financiado y armado con municiones de los fondos de la British Southafrica Company, era claro que debemos esperar hasta el golpe de Hitler en Austria en marzo de 1938 para encontrar un paralelo al golpe intentado por Rhodes y Jameson en Sudáfrica cuarenta y dos años antes.

El Jameson Raid, si la historia entera pudiera contarse alguna vez, daría posiblemente el ejemplo más fino de las maquinaciones de la sociedad secreta de Rhodes. Otro ejemplo, casi tan bueno, sería la historia completamente no contada de cómo la sociedad secreta cubrió a estas actividades ante la investigación del Selecto Comité Parlamentario. Los peligros de esta investigación fueron tan grandes que incluso Lord Rothschild fue presiondo al servicio como mensajero. Era obvio desde el principio que el testigo estrella delante el comité sería Cecil Rhodes y que el peligro principal sería la incriminación de Joseph Chamberlain que claramente conoció el complot. Milner, Garrett, Stead, y Esher discutieron las posibles defensas y no sacaron ninguna conclusión, desde que Stead quiso admitir que Chamberlain estuvo implicado en planes para un Raid pero no planes para ese Raid. Por esto, Stead significó que Chamberlain y Rhodes habían visto la posibilidad de un levantamiento en el Transvaal y, solamente como una medida preventiva, habían hecho preparativos para la fuerza de Jameson así estuviera disponible ir a Johannesburg para restaurar el orden. Los otros se negaron a aceptar esta estrategia e insistieron en las ventajas de una general y total negación. Esta diferencia de opinión probablemente se levantó del hecho que Stead no supo que los eventuales rebeldes en Johannesburg fueron armados y financiados por Rhodes, fueron liderados por el hermano de Rhodes y Abe Bailey, y ellos habían escrito el mensaje "mujeres y niños", en colaboración con Jameson, semanas antes. Estos hechos, si revelados al comité, harían imposible de distinguir entre "el Raid" y "un Raid". El evento del 31 de Diciembre de 1895, qué el comité estaba investigando, era meramente el anterior y no el último porque los conspiradores en Johannesburg fallaron en sublevarse a la hora prevista. Esto está claro de la declaración de Edward Cook, en su biografía de Garrett, que Garrett esperó recibir noticias de una revolución en Johannesburg en cualquier momento el 30 de Diciembre de 1895.[9]

La dificultad que los iniciados en Londres tuvieron en preparar una defensa para el Selecto Comité estaba complicada por el hecho que ellos no pudieron localizar a Rhodes que estaba en ruta desde Sudpafrica con Garrett. Tan pronto como el barco ancló, Brett (Lord Esher) envió a "Natty" Rothschild de Londres con un mensaje de Chamberlain a Rhodes. Cuando Rothschild volvió, Brett llamó a Stead, y ellos discutieron la defensa proyectada. Stead ya había visto a Rhodes y le había dado su consejo.[10] El día siguiente (5 de febrero de 1896), Brett vio a Rhodes y encontró que él estaba preparado para confesar todo. Brett intentó disuadirlo. Como él escribió en su diario, "yo le señalé que había una consideración que aparecía de habersele escapado, ésa era la posición del Sr. Chamberlain, el Secretario de Estado. Chamberlain estaba evidentemente ansioso de ayudar y no lo avergonzaría o ataría sus manos. Esto me parece prudente al esfuerzo de determinar cómo Chamberlain recibiría una confianza de este tipo. Yo dije que yo intentaría averiguarlo. Al dejarme él dijo, 'Deseo nosotros podríamos mantener nuestra sociedad secreta". Brett fue a Chamberlain quien se negó a recibir la confesión de Rhodes, para que no tenfa que pedir que los funcionarios de la ley tomar procedimientos contra Rhodes como contra Jameson. De acuerdo con, la vista de la mayoría, un rechazo general, fue adoptado y se demostró exitoso, gracias a la indulgencia de los miembros del Comité Selecto. Brett reconoció esta indulgencia. El escribió a Stead el 19 de febrero de 1897:

"Yo vine con Milner desde Windsor esta mañana. El tiene un trabajo pesado; y tiene que empezar de nuevo. El comité dejará algunos de la banda vieja en sus piernas. Desgraciadamente. Rhodes fue un objeto lastimoso. Harcourt muy afligido por él; demasiado afligido para presionar su pregunta. Por qué intentó Rhodes barajar después de todos nosotros le habíamos dicho"? [11]

Está claro que el Comité Selecto no hizo ningún esfuerzo real para destapar las relaciones reales entre los conspiradores, The Times, y el gobierno de Salisbury. Cuando los testigos se negaron a producir documentos o contestar preguntas, el comité no insistió, y campos enteros de preguntas fueron excluidos por la examinación del comité.

Uno de estos campos, y probablemente el más importante, eran las políticas internas y administración de The Times. Como resultado, cuando Campbell-Bannerman, un líder de oposición, preguntó si era práctica usual para los corresponsales de The Times ser usados para propagar ciertas políticas en países extranjeros así como para obtener información, la Srta. Shaw contestó que ella se había excusado de contestar preguntas sobre la administración interna de The Times. Nosotros sabemos ahora, como resultado de la publicación de la Historia oficial de The Times, que todos los actos de la Srta. Shaw se hicieron en consultación con el gerente, Moberly Bell.[12] Los telegramas vitales a Rhodes, firmados por la Srta. Shaw, realmente fueron bosquejados por Bell. Como La Historia de The Times lo pone, "Bell había tomado el riesgo de permitirle a la Srta. Shaw comprometer a The Times en apoyo de Rhodes en una conspiración que fue liderada para llevar polémica en casa, si esta tuviera éxito, y probablemente para llevar a la prosecución si esta fallara. La conspiración había fallado; la prosecución había resultado. La salvación de Bell descanso en la buena voluntad de la Srta. Shaw para tomar responsabilidad personal por los telegramas y en su habilidad de convencer al Comité de acuerdo con eso. Y, como la evidencia de la misma fuente muestra, en orden de convencer al comité fue necesario para la Srta. Shaw cometer perjurio, aunque los representantes de ambos partidos en el Comité de Investigación (excepto Labouchere) estaban haciendo cada esfuerzo para ocultar los hechos reales mientras proporcionaba al público con un buen Show.

Antes de dejar la discusión de la Srta. Shaw y el Raid Jameson, podría encajar introducir el testimonio de un testigo algo inestable, Wilfrid Scawen Blunt, un miembro por cultura y educación de este grupo social y pariente de los Wyndhams, pero un psicopático anti-imperialista que gastó su vida alabando e imitando a los árabes y criticando la conducta de Bretaña en India, Egipto, e Irlanda. En sus diarios, bajo la fecha del 25 de abril de 1896, él dice:

"[George Wyndham] ha estado viendo mucho a Jameson, quien le gusta, y de la banda que ha estado ejecutando el negocio de Transvaal, acerca de una docena de ellos, con Buckle, el editor de The Times, y Srta. Flora Shaw, quién, él me dijo confidencialmente, realmente es el generador de fuerza en la cosa entera, y quién toma la primacía en todas sus reuniones privadas, una mujer de mediana edad muy diestra". [13]

Una conclusión algo similar fue sacada por W. T. Stead en un panfleto llamado Joseph Chamberlain: Conspirador o Estadista que él publicó de la oficina de The Review of Reviews en 1900. Stead estaba convencido que la Srta. Shaw era el intermediario entre Rhodes, The Times, y la Oficina Colonial. Y Stead era el confidente más cercano de Rhodes en Inglaterra.

Como resultado de esta publicidad, el valor de la Srta. Shaw a The Times estaba indudablemente reducido, y ella dejó su posición después de su matrimonio en 1902. En el entretanto, sin embargo, ella había estado en correspondencia con Milner ya tempranamente en 1899, y en diciembre de 1901 hizo un viaje Sudáfrica para The Times, durante el cual ella tuvo largas entrevistas con Milner, Monypenny, y los miembros del Jardín de Infantes. Después de su renuncia, ella continuó repasando libros para el Suplemento Literario The Times, escribió un artículo sobre dependencias tropicales para “The Empire and the Century”, escribió dos capítulos para la Historia de Amery de la Guerra Sudafricana, y escribió un boceto biográfico de Cecil Rhodes para la undécima edición de la Enciclopedia Britannica.

Un tercer miembro de este mismo tipo era Valentine Chirol (Sir Valentine después de 1912). Educado en la Sorbona, él fue empleado en el Foreign Office por cuatro años (1872-1876) y entonces viajó por el mundo, principalmente en el Cercano Oriente, durante dieciséis años (1876-1892). En 1892 fue hecho corresponsal de The Times en Berlín, y durante los próximos cuatro años cubrió el papel de segundo embajador Británico, con acceso libre al Ministerio Extranjero en Berlín y funcionando como un canal de comunicación extraoficial entre el gobierno en Londres y aquel en Berlín. Después de 1895 él se volvió cada vez más anti-alemán, como todos los miembros del Bloque Cecil y del Grupo Milner, y era principalmente responsable por la gran tormenta fustigada sobre el "Telegrama Kruger". En esta última conexión él incluso fue tan lejos como para anunciar en The Times que los alemanes realmente estaban usando el episodio Jameson como parte de un proyecto a largo plazo para sacar a Gran Bretaña de Sudáfrica y que el próximo paso en ese proceso era ser en el futuro inmediato el envio de una fuerza expedicionaria alemana a Delagoa Bay en Angola Portuguesa. Como resultado de esta actitud, Chirol encontró las puertas del Ministerio Extranjero cerradas a él y, después de otro año estéril en Berlín, fue traído a Londres para encargarse del Departamento Extranjero de The Times. El mantuvo este puesto durante quince años (1897-1912) durante los cuales fue uno de las figuras más influyentes en la formación de la política Exterior e Imperial Británica. La política que él apoyó era la política que se llevó, e incluyó apoyo para la Guerra Boer, la Alianza Anglo-Japonesa, el Entente Cordiale, el acuerdo de 1907 con Rusia, las Reformas Morley-Minto en India, y la resistencia creciente a Alemania. Cuando él se retiró en 1912, él fue armado caballero por Asquith por sus importantes contribuciones a las Reformas Morley-Minto de 1909 y fue hecho miembro de la Comisión Real en Servicios Públicos en India (1912-1914). Él permanecío en India durante la mayoría del tiempo desde la Primera Guerra Mundial, y, de hecho, hizo diecisiete visitas a ese país en su vida. En 1916 el era uno de los cinco principales consejeros de Lionel Curtis en el trabajo preparatorio de la Ley de Gobierno de India de 1919 (los otros cuatro eran Lord Chelmsford, Meston, Marris, y Hailey). Más tarde Chirol escribió artículos para The Round Table y fur miembro de la comisión Británica en la Conferencia de Paz de París.

Chirol fue reemplazado como cabeza del Departamento Extranjero durante sus largas ausencias de Londres por Leopold Amery. Se esperabaque Amery fuera el sucesor de Chirol en el puesto, pero Amery entró en una carrera política en 1910, así que la posición fue dada brevemente a Dudley Disraeli Graham. Disraelí, ex compañero de clase de muchos del Jardín de Infantes en New College, fue corresponsal extranjero de The Times durante diez años (1897-1907) y ayudante de Chirol durante cinco (1907-1912), antes de que él se volviera el sucesor de Chirol en el Departamento Extranjero y sucesor de Grigg en el Departamento Imperial, combinando los dos. El renunció de The Times en 1914, para volverese  editor del Daily Telegraph en Sydney, Australia, y fue seguidamente una figura muy importante en la vida del periódico australiano.

Este informe, por ningún medio es completo, muestra claramente que el Grupo Milner controló The Times, indirectamente desde 1912 si no más temprano, y directamente desde 1922. La importancia de este control debe ser obvia. The Times, aunque de circulación muy limitada (sólo aproximadamente 35,000 al principio del siglo, 50,000 a la erupción de la Primera Guerra Mundial, y 187,000 en 1936), era el periódico más influyente en Inglaterra.

La razón para esta influencia generalmente no se reconoce, aunque la existencia de la propia condición es extensamente conocida. La influencia dependía en la relación cercana entre el periódico y el Foreign Office. Esta relación, como nosotros estamos intentando mostrar, era el resultado de la influencia del Grupo Milner en ambos.

Esta influencia no fue ejercida actuando directamente en opinión pública, desde que el Grupo Milner nunca pensó influir en eventos actuando a través de cualquier instrumento de propaganda de masa, sino fue esperado trabajar en las opiniones del grupo pequeño de "personas importantes," quiénes a su vez podrían influir en círculos más y más anchos de personas. Esta era la base sobre la que el propio Grupo Milner fue construido; era la teoría detrás de las Becas Rhodes; estaba la teoría detrás de "The Round Table y el Royal Institute of International Affaires (RIIA); era la teoría detrás de los esfuerzos para controlar All Souls, New College, y Balliol y, a través de estas tres, controlar la Universidad de Oxford; y era la teoría detrás de The Times.

Ningún esfuerzo fue hecho para ganar una gran circulación para The Times, puesto que para obtener semejante circulación, habría sido necesario hacer cambios en el tono del periódico que habría reducido su influencia en la élite, a la que había había sido dirigido por mucho tiempo. La teoría de "la élite" fue aceptada por el Grupo Milner y por The Times, como lo fue por Rhodes. La historia del The Times reconoce esto y, después de describir la salida de desde Printing House Square de Bell, Chirol, y Buckle, dice:

"Es una crítica válida de la 'Olaf Gang' que ellos no habían comprendido que ellos estaban en el hábito de valorar noticias demasiado estrechamente según las demandas e intereses de una clase gobernante definida durante el vigésimo siglo".

Estaba en este problema que la "Olaf Gang " disputó con Northcliffe en el periodo 1908-1912 y que Dawson disputó con Northcliffe en 1919. Aunque el nuevo dueño protestó a todos los cuales que podrían escuchar, en 1908 y después, que él no intentaría hacer de The Times en un periódico popular, él fue, como La Historia de The Times muestra, incapaz de juzgar los méritos de un periódico por cualquier otra norma que el tamaño de su circulación. Después de que él fue reemplazado como propietario principal por Astor, y Dawson re-ocupó la silla del editor, el viejop punto de vista fue reestablecido. The Times era ser un periódico para personas que son influyentes, y no para las masas. The Times eran influyente, pero el grado de su influencia nunca sería comprendido por cualquiera que examinase sólo el propio periódico. La mayor parte de su influencia se levantó de su posición como uno de varias ramas de un solo grupo, el Grupo Milner. Por la interacción de estas varias ramas entre si, bajo la pretensión que cada rama era un poder autónomo, se aumentó la influencia de cada rama a través de un proceso de refuerzo mutuo. La unanimidad entre las varias ramas fue creída por el mundo externo ser el resultado de la influencia de una sola Verdad, mientras realmente era el resultado de la existencia de un solo grupo. Así, un estadista (miembro del Grupo) anuncia una política. Casi al mismo tiempo, el Royal Institute of International Affaires publica un estudio sobre el asunto, y un don de Oxford, Miembro de All Souls (y miembro del Grupo) también publica un volumen sobre el asunto (probablemente a través de una casa de publicación, como Bell and Sons o Faber and Faber, aliadas al Grupo). La política del estadista sujeta al análisis crítico y la aprobación final en un "líder" en The Times, mientras los dos libros se repasan (en una sola revisión) en el Suplemento Literario de The Times. Ambos el "líder" y la revisión son anónimas pero escritas por miembros del Grupo. Y finalmente, casi al mismo tiempo, un artículo anónimo en The Round Table aboga fuertemente la misma política. El efecto acumulativo de tales tácticas como esta, aun cuando cada movimiento táctico influye en sólo un número pequeño de personas importantes, se liga para ser grande. Si es necesario, la estrategia puede llevarse más allá, poniendo en orden para la secretaria a los Fideicomisarios de Rhodes para ir a América a una serie de "discusiones informales" con ex Estudiosos de Rhodes, mientras un prominente estadista jubilado (posiblemente un ex Virrey de India) es persuadido para decir unas palabras al descubrir un placa All Souls o New Collehe en honor de algún difunto Vigilante. Por una coincidencia curiosa, ambas "discusiones informales" en América y el discurso quitando el velo en Oxford juegan en el mismo asunto tópico.

Un procedimiento análogo en reverso podría usarse para políticas o libros que el Grupo no aprobó. Una corte editorial o una reseña de libros hostil, seguido por una manta sofocante de silencio y descuido, era el mejor que semejante ofrenda pudiera esperar de los instrumentos del Grupo de Milner. Esto no es fácil de demostrar debido a la política de anonimidad seguida por escritores y críticos en The Times, The Round Table, y el Suplemento Literario de The Times, pero se han encontrado bastantes casos para justificar esta declaración. Cuando el libro de J.A. Farrer sobre Inglaterra bajo Edward VII era publicado en 1922 y sostuvo que la prensa británica, sobre todo The Times, era responsable del mal sentimiento anglo-alemán antes de 1909, el Suplemento Literario de The Times dio a J. W. Headlam-Morley para revisarlo. Y cuando el Barón von Eckardstein, que estaba en la Embajada Alemana en Londres al momento de la Guerra Boer, publicó sus memorias en 1920, el mismo periódico le dio el libro a Chirol para revisarlo, aunque Chirol era un partido interesado y se ocupó con una forma crítica en varios pasajes en el propio libro. Ambas revisiones fueron anonimas.

No hay ningún esfuerzo aquí para contender que el Grupo Milner alguna vez falsificó o incluso disimuló evidencia (aunque este cargo pudiera hacerse contra The Times). Más bien propagó su punto de vista por la interpretación y selección de evidencia. En esta modo dirigió política de maneras que a veces eran desastrosas. El Grupo en conjunto se compuso de hombres inteligentes que creyeron atenta, y normalmente intensamente, en lo que ellos defendieron, y quiénes supieron que sus escritos se pensaron para una minoría pequeña tan inteligente como ellos. En tales condiciones no podría haber valor en distoricionar u ocultar evidencia. Hacer eso desacreditaría los instrumentos que ellos controlaban. Dando los hechos cuando ellos estaban de pie, y tan completamente como podría hacerse en consistencia con la interpretación deseada, un cuadro podría ser interpretado que permanecería convincente durante mucho tiempo.

Esto es lo que fue hecho por The Times. Incluso hoy, el historiador oficial de The Times es incapaz de ver que la política de ese periódico era anti-alemana desde 1895 a 1914 y como tal contribuyó al empeoramiento de relaciones anglo-alemanas y así a la Primera Guerra Mundial. Este cargo ha sido hecho por estudiosos alemanes y americanos, algunos de ellos de la más gran diligencia e integridad, tales como los profesores Sidney B. Fay, William L. Langer, Oron J. Hale, y otros. La reciente Historia de The Times consagra considerable espacio y largas horas de investigación en refutar estos cargos, y falla en ver que no ha tenido éxito. Con la usual honestidad e industria del Grupo Milner, el historiador da la evidencia que lo declarará culpable, sin ver que su interpretación no se mantendrá a flote agua.

El confiesa que varios corresponsales de The Times en Berlín jugaron a todas las acciones y declaraciones anti-inglesas y tiraron abajo todas pro-inglesas; que citaron oscuros y localmente desacreditaron iarios para hacer esto; que todos los corresponsales extranjeros de The Times en Berlín, París, Viena, y en otras partes eran anti-alemánes, y que éstos eran los únicos que fueron mantenidos entre el personal y promovidos a mejores posiciones; que el único miembro del personal que fue reconocido como ser justo con Alemania (y quién era indiscutiblemente el hombre más capaz en la organización de The Times), Donald Mackenzie Wallace, fue removido como cabeza del Departamento Exterior y desviado de ser editor de los volúmenes suplementarios de la Enciclopedia Britannica (qué fue controlada por The Times); y que The Times frecuentemente imprimió información falsa o torcida sobre Alemania. Todos esto se admite y se excusa como el trabajo honrado, si apresurado, de periodistas, y la prueba de coronamiento que The Times no era culpable como se lo implica de ser el hecho que los Alemánes entraron finalmente en una guerra con Gran Bretaña y demuestra de una vez que ellos eran una porción mala y que la actitud del personal de The Times hacia ellos estaba justificada por el evento.

Nota del Traductor: (Parte del párrafo anterior es contradictorio con el anterior, se ha revisado y es lo que figura en el Original)

No se le ocurrió al historiador de The Times que allí existen otras explicaciones de las relaciones anglo-alemanas, a saber que en 1895 había dos Alemanias– uno admirando a Gran Bretaña y la otra odiando a Gran Bretaña - y que Gran Bretaña, con un ataque calculado y a sangre fría a los Boers en 1895 y 1899, dio a la segunda (y peor) Alemania la oportunidad de criticar y atacar a Gran Bretaña y le dio los argumentos con que justificar un esfuerzo aemán para construir las defensas navales. The Times, citando estos ataques y acciones representantes de la actitud real y de las intenciones reales de todos los alemanes, desencaminó al pueblo británico y abandonaron a los buenos alemanes a una desesperada posición minoritaria, dónde ser progresista, pacífico, o anglófilo era ser un traidor a la propia Alemania. La alienación de Chirol del Barón Von Eckardstein (uno de los "buenos" alemánes, casado con una señora inglesa), en una conversación en febrero de 1900,[14] muestra exactamente cómo la actitud de The Times estaba contribuyendo a consolidar y alienar a los alemánes por el mero hecho de insistir que ellos ya estaban consolidados y alienados y haciendo esto a un hombre que amó a Inglaterra y odió los elementos reaccionarios en Alemania más de lo que Chirol hizo en su vida.


[1]     El control del Grupo Milner sobre estas conferencias aparece de la lista de funcionarios dirigentes como de la lista de conferenciantes:

President               Speaker           Title

A. D. Steel-Maitland   Michael Sadler     The Universities and the War

Lord Bryce             Charles Lucas      The Empire and Democracy

Lord Milner            A. L. Smith        The People and the Duties of Empire

Lord Selborne          H. A. L. Fisher    Imperial Administration

Earl St. Aldwyn        Philip Kerr        The Commonwealth and the Empire

Lord Sumner            G. R. Parkin       The Duty of the Empire in the World


[2]      Buckle vino al personal de The Times en 1880 debido a su conexión de All Souls, siendo recomendado por Sir William Anson, según la Historia oficial de The Times. Aparentemente el fue seleccionado para ser el futuro editor desde el principio, desde que a él se le dio una posición especialmente creada como "ayudante confidencial" del editor, y un sueldo "decididamente más alto que lo que un graduado de Oxford con un grado bueno podría razonablemnte ganar en unos años en cualquiera de las profesiones regulares". Vea La Historia de The Times (4 vols., Londres, 1935), II, 529. Buckle puede haber sido el eslabón entre Lord Salisbury y The Times, desde que ellos pudieron conocerese fácilmente en All Souls. Obviamente La Historia de The Times, que consagra un volumen entero de 862 páginas al periodo de editor de Buckle no cuenta la historia total de Buckle, desde que él raramente aparece en la escena como actor y parecería, de desde la Historia, haber sido ignorante de la mayoría de lo que estaba pasando en sus oficinas (la conexión de Rhodes-Jameson, por ejemplo). Esto es difícil de creer.



     “La Historia de The Times” también es poco satisfactoria en otras tierras. Por ejemplo, no es posible de este trabajo construir un registro completo de quién mantuvo varias posiciones. Nosotros hemos dicho, por ejemplo, que Flora Shaw se volvió la cabeza del Departamento Colonial en 189º. Hay material considerable sobre la Srta. Shaw, sobre todo en los capítulos en el Transvaal, pero nosotros nunca averiguamos quién fue su sucesor, o cuando ella dejó de ser personal, o si (como parece probable) el departamento Colonial sólo era una creación para su ocupación y no la sobreviría (sin fecha) su retiro; similarmente las fechas exactas y posiciones de hombres como Amery y Grigg no están claros.
[3]     The History of The Times (4 vols., London, 1935), III, 755.


[4]              Había otros, pero ellos no son de primaria, o incluso importancia secundaria en el Grupo Milner. Nosotros podríamos mencionar a Aubrey L. Kennedy (hijo de Sir John Kennedy del servicio diplomático), quién estuvo en el personal de The Times de 1910 a 1942, en inteligencia militar en 1914-1919, corresponsal diplomático para el BBC en 1942-1945, y un miembro influyente de Chatham House desde 1919.

[5]     E. Moberly Bell, Flora Shaw (London, 1947), 115.


[6]      Como sugerencia del Foreign Office Británico, copias de estos artícilos fueron circulados en América y en Europa. Ver E. Moberly Bell, Flora Shaw (London, 1947) 228.


[7]      The History of The Times (4 vols., London, 1935), III, 212, 214.


[8]      Todas las notas son de History of The Times (4 vols., London, 1935), III, capítulos 7 y 9.


[9]      Ver E.T. Cook, Edmund Garret (London, 1909), 118-119. Las diferencias de opinion entre Stead y los otros pueden se encontradas en F. Whyte, The Life of W. T. Stead (2 vols., Boston, 1925), Ch. 21.

   

El fracaso de los conspiradores en Johannesburgo para sublevarse que frecuentó a los conspiradores en otra parte que ellos untaron sus heridas a través de fantasía. Otead escribió esta fantasía para el anual de “The Review of Reviews” de enero de 1897, y consultó con Garrett que tenía planes similares para el número de Navidad de 1896 del Cape Times. En la historia de Stead, el fiasco de Jameson sería convertido en un éxito aplastante por un heroico editor sudáfricano que, cuando todos parecían perdidos, se apresuraría a Johannesburgo, avivaría la revuelta, y salvaría el día. Garrett que era ser el modelo original para el héroe escribió:  "Una sugerencia que ayudará a mantenernos distinto, dandole un más gran tema, y algo para C.J. R. que ninguno todavía se ha atrevido- yo fui cerca al sueño de Cecil Rhodes, pero ésa sólo era una indirecta: viz. Haga mundial ver lo que él estaba manejando y lo que habría venido si todos se hubieran caído y si Johannesburgo hubiera jugado a.... acerca de hacerme el héroe. Ningún.... Pero él no sólo debe ser también, pero usted también, y A. Milner, y unos más, y él debe hacer lo que yo soñé con hacer pero el tiempo y el espacio previno". Para el nombre de este héroe Garrett hizo pensar en combinar tres nombres en ' Milner Garsted" o "Milstead". Finalmente, Otead hizo héroe a una mujer. El nuevo modelo probablemente era Flora Shaw. La historia apareció con el título "La Historia de un Misterio". Vea F. Whyte, La Vida de W. T. Lugar, 94-95,

[10]         Aun después que la vista de la mayoría prevaleció, Stead se negó a rendir y publicó su versión de una defensa apropiada en “El Escándalo del Comité de Sudáfrica” (Londres, 1899). Era la creencia de Stead que la preparación para “un Raid” era un acto patriótico que, si reconocido, habría ganado aclamación pública en lugar de la condenación


[11]     En esto vea Journals and Letters of Reginald, Viscount Esher, (4 vols., London, 1938N, 1, 196-202.


[12]          “The History of The Times” (4 vols., Londres, 1935), 111, 244. Está claro de la biografía de Moberly Bell de la Srta. Flora Shaw (183-188) que Buckle supo este hecho por lo menos el 24 de mayo de 1897, aunque la Srta. Shaw le había escrito previamente una carta declarandolo explícito!) (probablemente para el registro) que ella había estado actuando sin el conocimiento de Buckle o Bell. La noche anterior que la Srta. Shaw testificó ante el Comité Selecto, Buckle le envió una carta detallada de instrucciónes de cómo contestar las preguntas del comité.


[13]     W. S. Blunt, My Diaries (London, 1932), 226.


[14]    See The History of The Times (4 vols., London, 1935), 111, 315-316.

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